La enigmática bola de cristal es un objeto lleno de magia y misticismo.
Se trata de un complemento esotérico de adivinación donde videntes profesionales pueden "ver" el pasado, el presente y el futuro, y reinterpretarlo para poder dar respuestas a las preguntas que se le vayan haciendo.

Origen

Las tribus celtas de la Galia, Gran Bretaña e Irlanda, que vivieron en la Edad de Hierro, unificadas por los druidas, fueron uno de los primeros grupos que usaron cristales en la adivinación.

Los specularii (primeros lectores del significado de los cristales), preferían el berilio que pulían hasta darle forma de esferas para mejorar sus propiedades reflectantes, de aquí lo que conocemos en la actualidad como las bolas de cristal o de adivinación. Este mineral posee una carga magnética mayor que otros y decían que era más apto para conectar con las energías psíquicas de la luna.
Miraban fijamente al cristal entrando en una especie de trance meditativo. De esta manera su subconsciente se abría y se le revelaban secretos de tiempos pasados, del presente y del venidero futuro.

Muchas culturas han utilizado la adivinación en sus ritos y viajes espirituales. Además de los druidas encontramos tribus nativas americanas como los pawnee o los iroqueses, los incas, los antiguos egipcios, los persas, los chinos y los pueblos de Yucatán, que también se servían de la lectura de los cristales.

Durante la Edad Media en la Europa Central (500-1500), videntes, magos, hechiceros, médiums y astrólogos también usaron estos cristales como mecanismo de adivinación y de predicción.

Curiosamente, algunos reyes cristianos del pasado exhortaron a "videntes" que utilizarán diferentes métodos de adivinación para ayudarles en la batalla o en los escenarios del amor.
El doctor John Dee (1527-1608) célebre matemático, astrónomo, astrólogo, geógrafo y consultor británico de la reina Isabel I dedicó buena parte de su vida a la alquimia, la adivinación y a la filosofía hermética y fue, asimismo, conocido por su uso de bolas de cristal en su trabajo.

Datos curiosos...

La bola de cristal surge de la idea de poder estudiar el reflejo del agua pero también se basa en el estudio de los reflejos de otros materiales naturales como son los minerales.
El cuarzo, los diamantes o incluso el oro, que tan de cabeza trajo a los alquimistas a lo largo de la historia, son reconocidos como materiales mágicos poseedores de energías positivas.

La lectura de la bola de cristal es reconocida como una de las disciplinas más difíciles de dominar solo al alcance de los más expertos. De hecho el adivino que la desarrolla puede tardar años hasta conseguir ver una imagen totalmente definida.
Es necesario estar capacitado para alcanzar un nivel de concentración tal que nos permita tener acceso a la información que la bola envía. En la mayoría de los casos, lo que se consigue ver son manchas de colores, símbolos o números, que el cristalomante o adivino debe descifrar e interpretar.

Aunque siempre se ha creído que los poderes psíquicos solo sirven para predecir el futuro, en realidad las bolas de cristal pueden canalizar cualquier dirección cronológica, aunque siempre dependa de las capacidades del vidente.

Las bolas de cristal se pueden utilizar como elementos decorativos tanto para el hogar como para las oficinas y los negocios.

Hay que tener en cuenta que los cristales y las piedras absorben las energías negativas, evitando que lleguen hasta las personas: se trata de un potente amuleto para nuestra protección personal.

Como siempre, continuamos buscando más información sobre temas relacionados con el mundo místico y mágico, aportando así nuestro granito de arena para ampliar vuestros conocimientos y sabiduría.