El crómlech es un monumento de origen megalítico, formado por piedras o menhires que están hundidos en el suelo, dispuestos en forma de círculo o elipse y que forman un muro que deja cercado un terreno determinado.
Podemos encontrar este tipo de construcciones en Inglaterra, por la Bretaña francesa, península ibérica, Dinamarca y Suecia, aunque de hecho, las podemos hallar en cualquier lugar del mundo.
Etimología
El término inglés Crómlech o crónlech, proviene del galo cromlech, formado por crom o kroum (doblado, curvo, torcido) y lech (piedra plana, peine). En castellano reciben el nombre de "círculo de piedras", "anillos de piedras" o "círculo megalítico".
Función
Parece ser que, inicialmente, se trataba de monumentos de tipo funerario (necrópolis), aunque pudieron convertirse en recintos sagrados o templos, debido a su situación geográfica ya que estaban situados en espacios estratégicos por tener los puntos más extremos de salida y puesta del Sol y de la Luna.
Era muy importante la ubicación respecto a los astros, y los lugares elegidos, donde se hacían rituales religiosos o paganos para invocar la buena fortuna, la fertilidad y dar descanso a los muertos.
Así mismo, podrían haber sido observatorios de las estrellas o de los ciclos lunares.
Lugares emblemáticos
Uno de los lugares más conocidos es el círculo de Stonehenge en Amesbury (Inglaterra), que servía de observatorio astronómico para predecir las estaciones así como si indudable carácter funerario. Un elemento característico son las conocidas "piedras azules", más pequeñas que el resto de menhires que forman el complejo y que son, en parte, formadas por cuarzo azul.
En España tenemos los crómlech pirenaicos, también llamados harrespil o baratz en el País Vasco.
El Portugal el Cromleque dos Almendres (Crómlech de los Almendros) uno de los más grandes situados en Europa y uno de los mejor conservados.
Teorías fantásticas y misteriosas
Algunas de las teorías más inverosímiles, sobre todo a lo que concierne a Stonehenge, es que estos grandes monumentos fueron construidos por extraterrestres; un poco recordando la de las pirámides egipcias.
Por otra parte nos encontramos con la wicca, los druidas, la magia celta y la leyenda artúrica con Merlín a su cabeza.
Los cultos paganos son atraídos a este paraje envuelto de un halo místico y de misterio y que, debido a su relación con la astrología y las fases lunares, es ideal para el culto y las ceremonias.
Curaciones mágicas, energía espiritual, conexión con el Sol i la Luna, son algunos de los elementos que promueven a que muchos acólitos vayan a este tipo de sitios.
Relacionado con la leyenda del Rey Arturo, se cree que Stonehenge fue creado por el mago Merlín que, gracias a su magia, trajo las piedras desde Irlanda. Aunque otra historia dice que fueron unos gigantes quienes, por orden del hechicero, trajeron dichas piedras. Otra de las versiones es que las mismas piedras son gigantes petrificados.
Independientemente de cómo fueron construidos o de su propósitos, se trata de lugares sagrados donde conectar con el más allá y con la propia naturaleza.
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