El 21 de diciembre es una fecha muy especial dentro del calendario Celta: se inicia el solsticio de invierno, la noche más larga del año, el momento que marca el final de la oscuridad y la llegada de la luz.
Es un momento mágico... Comienza Yule.
- Hemisferio Norte - 20/21 de junio.
- Hemisferio Sur - 21 de diciembre.
De acuerdo con la creencia wiccana, representa el renacimiento del Dios Sol después de su muerte en Samhain. Éste se hará fuerte y se convertirá entonces en consorte de la Diosa para comenzar un nuevo ciclo.
Etimología
El nombre de las festividades proviene del nórdico antiguo: Júl.
También eran llamadas Jul, Julblot, jól, jólablót, joulu, «Tiempo de Yule» o «Temporada de Yule».
Tradición
Esta festividad la celebraban los pueblos paganos desde la Edad de Hierro o tal vez antes, principalmente en el norte de Europa, donde la oscuridad es aún mas duradera así como el frio.
El solsticio de invierno significaba el triunfo de la vida sobre la muerte. Los vikingos, se reunían con familiares, amigos y conocidos para honrar esa noche. En estas fechas, bajo el techo de todas las casas se colocaba un árbol en representación del Yggdrasil, el gran fresno y se sacrificaba una cabra en honor a Thor (el dios de trueno nórdico conducía un carro tirado por dos machos cabríos de los que podía alimentarse y siempre revivían).
La cabra era una simple ofrenda y terminó convirtiéndose en un símbolo de esta fiesta pagana. A su vez en Finlandia esta cabra se encarnó en un anciano que traía regalos llamado Joulupukki (cabra de Yule), más conocido por todos nosotros como Santa Claus o Papá Noel.
En el País Vasco conservaron su propia figura representativa: el Olentzero, también relacionado con tradiciones muy antiguas que se celebraban en el solsticio de invierno.
Igualmente, en muchos pueblos del norte de España aún sobreviven festividades paganas relacionadas con el solsticio de invierno, como el Zangarrón, un demonio vestido de paja que aterroriza cada invierno a los habitantes de Sanzoles del Vino o Los Carochos de Riofrío de Aliste, demonios con colmillos de jabalí; dos festividades señaladas en Zamora.
El Tió de Nadal, o Caga Tió, es un peculiar personaje de la Navidad en Catalunya, y que también se celebra en algunas zonas de Aragón, Galicia o Andorra. Se trata de un tronco al que se le pintan ojos, cejas y boca, y al que se corona con una típica barretina catalana. Este tronco obsequia con dulces a los niños el día de Navidad.
Historia
Si os resulta familiar (una fiesta con la familia y los amigos reunidos junto a un árbol, comiendo cordero y ofreciendo regalos) es porque la Navidad procede de esta fiesta pagana llamada Yule. En la Biblia nunca se cita la fecha del nacimiento de Cristo.
Cuando el cristianismo comenzó a hacerse fuerte en el Imperio Romano se tuvo que elegir un día concreto para conmemorarlo.
Se valieron del mismo método con las siguientes celebraciones:
- Litha (solsticio de verano) se transformó en San Juan.
- Ostara (equinoccio de primavera) pasó a llamarse Pascua.
- Samhain (fiesta estacional gaélica) se convirtió en La noche de todos los Santos o Halloween.
Así pues los cristianos asimilaron las festividades locales del solsticio de invierno para fijar el nacimiento de Cristo: unificaron las fiestas de Yule y Saturnalia (en honor a Saturno, conocida esta como Natalis Invictis Solis, el nacimiento del sol invencible) y culminaban el 25 de diciembre.
En los países escandinavos e incluso en Gran Bretaña, se han conservado algunas tradiciones originales de Yule, como quemar un gran tronco (cuenta también su versión en bizcocho de chocolate) o colgar la cabra de paja que simbolizaba el sacrificio de la cabra a Thor o el Wassailing o Yulesinging, que es lo que nosotros conocemos como "pedir el aguinaldo" o "la paga extra".
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