ROMERO - ATADO

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Tipo: Atados
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INFORMACIÓN

Atado o sahumerio de Romero.
El aroma es uno de los elementos que le confieren propiedades mágicas y medicinales, pues se aprovecha su olor como un remedio para mejorar la memoria o como incienso para rituales y hechizos.

Se utiliza sobre todo para limpiar una estancia antes de realizar cualquier hechizo y ritual, por ejemplo, para atraer el dinero o pedir el amor y la salud. También es un elemento ancestralmente usado para alejar los malos espíritus y las malas energías.
Ayuda en la transmutación del alma, pues para realizar la alquimia espiritual se precisa como elemento preceptivo la depuración interna y es muy útil en la limpieza del aura.

Descripción

✯ ROMERO
✯ Medidas: 200 mm. aprox.
✯ Duración: Más de 2 horas.
✯ Origen: Mediterráneo.

Propiedades

Tradicionalmente los Chamanes de los indios de América del Norte y Central quemaban los atados en una concha marina, que representaba el agua.
Introducían el carbón ardiendo representando el fuego, y al quemar el bouquet garni o atado en la concha, obtenían un humo blanco con un aroma único que representaba el viento.
El hombre era la tierra y la unión de todos los ingredientes formaban el quinto elemento, el espíritu.

Muchos médiums, queman esta planta y usan su humo para liberar su mente y tener una visión psíquica más clara.
Sirve para rituales de amor y deseo.

Ritual

A continuación te explicamos brevemente el ritual de purificación de la concha de abulón con el atado de romero.
Ten a mano un manojo de romero y un cuenco para recoger la ceniza que sea resistente al calor, como una concha abulón. Enciende un extremo del atado, preferiblemente con una cerilla. Sopla para avivar el fuego y deja que se apague lentamente. Luego colócalo encima de la concha. Sahumar: Para limpiar algún espacio o habitación tan solo hay que caminar con el atado y guiar el humo con el abanico por toda la estancia un par de minutos. Si participan personas en el ritual de purificación dirige el humo hacia ellas empezando por la cabeza, los brazos, las piernas y la espalda, siempre de arriba hacia abajo. Para limpiar el espacio recorre lentamente la estancia con el cuenco, dispersando el humo con el abanico. Aquí podemos dejarnos llevar por la intuición, pero trata de ir siempre desde el fondo de la habitación hasta la puerta. No es necesario quemarlo todo, tan solo utilizar el justo y necesario.
Recuerda que la intención es la base de cualquier sahumerio: si tu corazón es puro y tu anhelo noble, potenciarás sus efectos.